El termino Internet of Things (IoT o Internet de las cosas), engloba una gran variedad de categorías, desde coches inteligentes a sistemas incrustados de baja potencia. ¿Realmente podemos encontrar una arquitectura que sirva para todas las aplicaciones del IoT? Y si la encontráramos, ¿valdría la pena? Al ser un término tan amplio, es difícil que una misma arquitectura pueda cumplir con los requisitos y necesidades de cada una de las categorías. De todas formas, sí que podemos encontrar una arquitectura que nos sirva como un punto de partida perfecto para aquellos profesionales que busquen crear soluciones IoT con una base estable y preparada para futuros desarrollos que podamos precisar.
“Una arquitectura de referencia IoT será un punto de partida perfecto para una base estable y preparada para futuros desarrollo”
¿Qué tipo de arquitectura necesitaríamos?
Como hemos comentado, dependiendo de los diferentes usos que vayan a tener nuestros dispositivos IoT, necesitaremos contar con unos requisitos o funcionalidades concretas. Para cumplir con este propósito, necesitaremos una arquitectura modular y escalable capaz de soportar la incorporación o exclusión de distintas capacidades. A demás, esta arquitectura también deberá de contar con la posibilidad de sostener diversos requerimientos para una gran cantidad de usos. Solo así, podremos encontrar una arquitectura maestra que sea útil y valiosa.
“Necesitaremos una arquitectura modular y escalable capaz de soportar la incorporación o exclusión de distintas capacidades”
De cualquier forma no nos podemos olvidar de algo fundamental: para que una arquitectura de referencia sea útil para nuestros dispositivos del internet de las cosas, debe de cubrir múltiples aspectos como un arquitectura Cloud que nos permita monitorizar, gestionar, interacturar y procesar los datos de los dispositivos IoT.
¿Por qué una arquitectura de referencia es una buena idea para el IoT?
Existen varias razones por las que una arquitectura de referencia puede aportar un gran valor a nuestro proyecto. La primera razón, es que los dispositivos IoT son por su propia esencia dispositivos conectados. Una arquitectura de referencia nos permitirá interaccionar con ellos y además nos ayudará a lidiar con firewalls o con traducciones de direcciones de red o cualquier otro obstáculo que nos encontremos por el camino.
Por otra parte, debemos de tener en cuenta, que hoy por hoy ya existen mil millones de dispositivos del internet de las cosas, y cada día este número crece. Esto hace que sea necesario contar con una arquitectura escalable. A demás, no podemos olvidar que por norma general, este tipo de dispositivos interactuan 24 horas al día 7 días a la semana. Es necesario que nuestra arquitectura tenga un enfoque de alta disponibilidad (HA).
“Existen mil millones de dispositivos del internet de las cosas, y cada día este número crece. Es necesario contar con una arquitectura escalable y de alta disponibilidad.”
Por otra parte, existen un número considerable de dispositivos que no cuenten con una interfaz de usuario (UI). ¿Cómo podremos trabajar con ellos? Deberemos de incorporar una arquitectura capaz de soportar actualizaciones gestionadas y también que nos permita manejar y gestionar estos dispositivos de manera remota.
Finalmente, es muy común que los dispositivos del internet de las cosas que colecten y analicen información personal. La seguridad de este tipo de datos es un requerimiento obligatorio. ¿Cómo podemos preservarla? Gracias a una arquitectura de referencia podremos gestionar identidades y controlar los accesos de los dispositivos IoT con los que trabajemos. De esta forma, también podremos controlar la información que consumen y publican.
“Una arquitectura de referencia es vital para la correcta integración de los dispositivos IoT con los diferentes sistemas”
Una arquitectura de referencia cumple un papel fundamental en los dispositivos IoT. Su función es vital para la correcta integración de los dispositivos con diferentes sistemas. Aunque sea difícil encontrar una arquitectura de referencia que cumpla con las necesidades de cada uno de los diferentes tipos de dispositivos IoT, sabemos que si trabajamos una arquitectura escalable y modular podremos cumplir todos nuestros objetivos. Este tipo de arquitecturas nos ayudará a adaptarnos a los requerimientos específicos de nuestro proyecto y también a evolucionar, añadir servicios y hacer más compleja nuestra arquitectura cuando sea necesario.