Al aumentar la competitividad de los mercados, las compañías cada vez se ven más presionadas a ser efectivas, por ello, saber actuar ante los cambios que afectan a los negocios, optimizando procesos y reduciendo costos, son factores claves para optimizar la competitividad y generar crecimiento en las organizaciones.
Las empresas enfrentan cada vez más la necesidad de poder interconectar sus procesos de negocio, personas e información, tanto con la misma organización como con subsidiarias y socios comerciales, para ello, necesitan implementar una estrategia que incluya herramientas basadas en estándares que faciliten la integración de sistemas y aplicaciones heterogéneas; así mismo, la implementación de esta estrategia debe proporcionar la flexibilidad necesaria para incorporar de forma sencilla los cambios que puedan surgir posteriormente. En este contexto es donde encontramos a SOA, una Arquitectura Orientada a Servicios.
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En qué consiste SOA
El acrónimo SOA proviene del inglés y significa arquitectura orientada a servicios. Consiste en un modelo de arquitectura de sistemas en el cual las funciones de negocio de una empresa están definidas como servicios que pueden ser ejecutados utilizando mecanismos estándares fundamentalmente basados en intercambio de mensajes, permitiendo así combinar servicios desarrollados con nuevas y viejas tecnologías, lo que permite que los componentes se integren y coordinen de manera efectiva y rápida, se reduzcan costos de implementación, exista una mayor innovación con servicios a clientes; se adapte ágilmente ante los cambios y se reaccione de manera más pronta ante la competencia.
Elementos de una arquitectura SOA, por Dirk Krafzig, Karl Banke, y Dirk Slama [1]
Para implementar soluciones de negocio completas utilizando SOA, es necesario encapsular funciones de negocio en forma de servicios; los arquitectos de software en conjunto con los desarrolladores pueden plantear diversos caminos para llevar a cabo estas implementaciones, entre los cuales están la posibilidad de reutilizar funcionalidades ya implementadas en otros sistemas, utilizar conectores para obtener o actualizar información en sistemas existentes y re-implementar la funcionalidad requerida.
Beneficios de la solución SOA
Cuando hablamos de los beneficios que entrega la solución SOA, podemos distinguir dos niveles: nivel empresa y nivel de la organización TI.
Desde el punto de vista corporativo:
- Mejora los procesos de toma de decisiones, debido a que los directivos podrían disponen de mayor información en menor tiempo.
- Aumenta la productividad de los empleados.
- Se potencian las relaciones con clientes y proveedores.
Desde el punto de vista de los departamentos de TI:
- Aplicaciones más productivas y flexibles.
- Aceleración en el desarrollo de aplicaciones.
- Disminución de costes de mantenimiento de aplicaciones.
- Aplicaciones más seguras y manejables.
- Minimización del riesgo de tiempo de inactividad o pérdidas de datos.
- Mejora de la capacidad para innovar y diferenciarse.
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Con todo ello podemos corroborar como la estrategia de orientación a servicios -SOA- posibilita a la empresa niveles altos de competitividad y desarrollo, al incorporar facilidad de integración de sus procesos de negocio y flexibilidad, aumentando su capacidad de respuesta ante los clientes y mejorando su productividad.